Incremento del 31% en Gastos de Atención Psicológica Infantil

En la última media década, las familias de Estados Unidos han experimentado un notable incremento en los costos asociados con el tratamiento de la salud mental de los niños. Entre 2017 y 2021, estos gastos se elevaron en un 31%, alcanzando un promedio de 4,361 dólares anuales por niño, lo que no solo afecta a los pequeños sino que también repercute en las finanzas familiares en su conjunto.

Aumento en el gasto en Salud Mental

La magnitud de este fenómeno es aún más sorprendente cuando consideramos que, en el transcurso del último año de este periodo, las familias desembolsaron aproximadamente 31 mil millones de dólares en servicios psicológicos y psiquiátricos. Esto equivale a casi la mitad de la inversión total en el cuidado médico dedicado a los menores de edad, evidenciando una tendencia preocupante hacia el incremento de la demanda y los precios en el cuidado de la salud mental pediátrica.

Aumento de casos de enfermedades de Salud Mental

Este preocupante panorama fue perfilado por un equipo de investigadores de Brightline, liderados por Theoren Loo, quienes publicaron sus hallazgos en la revista científica JAMA Network Open. Lejos de ser un problema aislado, los datos revelan un aumento en los casos de enfermedades mentales en jóvenes de 5 a 17 años - un salto del 22% en el periodo señalado -, situando a cerca de uno de cada cuatro niños estadounidenses en la esfera del cuidado psicológico.

Paralelamente, se detectó que el aumento en el gasto de salud mental de los niños también está vinculado a un incremento en retos financieros para otras necesidades médicas dentro de la familia. Un mal manejo de la salud mental en los cuidadores principales puede resultar en un ciclo pernicioso que agrava las condiciones psicológicas de los niños, desencadenando un aumento de 2,337 dólares en otros gastos médicos familiares.

Pese a que se ha hecho hincapié en la necesidad de que los servicios prestados sean de calidad y se fundamenten en prácticas basadas en evidencia, existe una tendencia negativa hacia tratamientos paliativos en lugar de preventivos. Con frecuencia, los pacientes pediátricos solo reciben atención en etapas agudas, generalmente mediante visitas a departamentos de emergencias, lo cual es síntoma de una deficiente atención previa y una clara indicación de la necesidad de un cambio hacia un enfoque anticipado en la salud mental.

Ante este escenario, es imprescindible aumentar la concienciación y poner en marcha políticas efectivas que mejoren el acceso a cuidados preventivos en salud mental para los más jóvenes, así como garantizar tratamientos que sean asequibles para las familias y efectivos para los niños.